Crónica de una
violencia desatada en un país con altas y bajas en todos sus aspectos
Desde que llevo el conocimiento de dichas protestas en mi mente, que fue cuando se tomó la decisión de pisar las calles del país sin que ningún dirigente político se lo pidiera, fue exactamente el viernes 07 de febrero de 2014, específicamente en la ciudad de San Cristóbal, estado Táchira, cuando el pueblo salió arrecho a la calle de manera no organizada a defender sus derechos.
Soy opositora y reconozco el error de los
míos ya que todos estos días, hemos visto muy frecuentadas las calles debido a
las guarimbas y falta de organización de quien lidera este tipo de evento
político. Esta humilde servidora se siente impotente por los tres problemas que
la afectan que son, la inflación, escasez e inseguridad pero…
Pasó el primer fin de semana de protesta y
el segundo del mes de febrero 2014, hasta que llegó el lunes 10 y martes 11,
dándose a conocer ese mismo martes el anuncio por parte de todas y todos, la
masiva participación ciudadana para el miércoles 12 de febrero, día de la
juventud en todo un territorio para celebrar el Bicentenario de la Batalla de
la Victoria de 1814.
Represión, muertes, grupos armados, GNB, SEBIN y pare usted de contar todo lo que sucedió ese día.
Jueves 13 de febrero, otro día de furia nacional por la cantidad de jóvenes estudiantes caídos el día de la Juventud, y luego un 14 de febrero, día del Amor y la Amistad, en el que muchos manifestantes demostraron su fuerza, amor, valor, impulso, ganas, deseo, y motivación de unir y tener un país mejor humanizando a una bella Venezuela como su pareja.
Sábado 15 de febrero, otra protesta cívica
y exitosa en la que líderes políticos se dirigen al país y se pronuncian ante
la orden de aprehensión contra Leopoldo López y un domingo 16 de febrero en el
que se dan importantes anuncios al país y se crea aún más el ambiente de
tensión, y lo que se termina de esperar en un 18 de febrero angustiable.
Se pasa un lunes 17 de febrero, tenso, preocupante y esperanzado, para al día siguiente enfrentarse a una realidad venezolana, que hizo historia en el país y que será recordada por muchos, por la manera en cómo se tornaron las cosas…
Llega el amanecer de una nueva mañana en un país muy rico pero con malos gobernantes. (Cosa que no ha sido de hoy, sino de todos los tiempos.)
Y las calles, se vuelven a sentir, tensar y hasta temblar en algunas ciudades, motivo a estas oleadas de gente ¡arrecha! que cada día que pasa se les intensifica el espíritu peleador invocado por los gochos.
Conferencias de paz que obtienen resultados en términos medios, y la supuesta PAZ, nombrada en todos los sectores, porque se cree que se solucionará algo.
Un país totalmente polarizado debido a diferencias políticas. Y sin menoscabar las agendas tan movidas en días de Carnaval por parte de la oposición, oficialismo y nacionalistas.
A fin de cuentas, como dice la famosa
canción de un ilustre cantor venezolano: “Que no me falte la memoria pa’ contar
lo visto y lo que estamos viendo ahora”
Lina Caicedo Pino, 18 años.
Estudiante de Comunicación Social.



















